Ayuda Personal
por Guillermo Cardona en 14/12/2015 En: Consejos y Reflexiones
Bendición Especial:
Sabemos que Dios tiene algo nuevo preparado para tú vida, cada situación que pasas sea buena o mala piensa, analiza, reflexiona porque Dios está permitiendo que llegue a tu vida y que te permite el aprender.
Así como aquel ciego que al saber que Jesús pasaría por el pueblo donde él vivía, asediado por sus ciegues, por no saber dónde andaba y viendo su necesidad es más podríamos decir que siempre andaba con sus pies sucios, tropezando con todo lo que estaba a su alrededor y esperando la caridad de otras personas para que le guiaran NO DUDÓ Y GRITANDO ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡JESUS HIJO DE DAVID TEN MISERICORDIA DE MI¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ En el evangelio Según san Lucas 18:38 podemos leer más de esta historia, pero cabe resaltar que aquel ciego Grito tanto que provoco que Jesús ya que todos los que iban delante de él le reprendían y lo callaban pero él dice que gritaba mucho más fuerte.
Puedes tu imaginarte la aflicción de este ciego y la necesidad que tenía para poder ir en contra de todo los que los demás deseaban y anteponer su necesidad para llegar a provocar misericordia del Señor Jesucristo sabiendo que las escrituras mismas dicen “ tuya es, oh Señor, la misericordia, pues tú pagas al hombre conforme a Su FÉ” y nuestro señor al sentir su necesidad dicen las escrituras que se detuvo y ordenó que se lo trajeran; al estar cerca, le preguntó ¿Qué deseas que haga por ti? Y él dijo: Señor, que recobre la vista. Jesús entonces le dijo: Recibe la vista, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.
Imagínate la expresión de todas las personas que anteriormente le callaban, le insultaban, le tiraban, lo lastimaban o lo ignoraban. Ahora imagínate que dirán de ti cuando vena la gloria de Dios en tu vida y se enteren de todo lo grande que Dios tiene para ti.
No esperes más hoy es el Día que ha hecho el Señor para alegrarnos en él y para vivir un día a la vez, para adorarle en espíritu y en verdad, para agradecer sus múltiples favores inmerecidos en nuestra vida y todos los regalos que como hijos de Dios él nos concede.
Recuerda A los hijos de Dios todas las cosas le ayudan a Bien.
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